jueves, 2 de febrero de 2012

TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA: PAUL SWEEZY

“TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA”,  PAUL SWEEZY

La ciencia que se ocupa de estudiar las relaciones sociales entre la producción y distribución, es la economía política. Esta concibe la sociedad como un esquema de redes repletas de relaciones entre los individuos. Estas relaciones se crean mediante pautas de conductas estables o normalizadas. El autor habla de economía como: “ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversas aplicaciones.” Utilizando el aparato conceptual de la teoría económica, el autor se cruza inevitablemente con las relaciones sociales. La principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. Intentaba poner al descubierto la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. Para Sweezy la economía política es un proceso de construcción e interrelación de conceptos que han sido destituidos de todo contenido social. El salario se convierte en una categoría universal, en lugar de una categoría adecuada a un momento histórico; la teoría económica es un proceso de construcción e interrelación de conceptos despojados de todo contenido social.
En cuanto al sistema económico actual, Sweezy cuestiona la poca adaptación del patrón construido mediante conceptos que carecen totalmente de contenido social, por lo que lo reprocha en la medida de esa inadaptación, ejemplificándolo en el caso del obrero que es explotado al recibir como salario menos que el valor del producto físico marginal de su trabajo. Estos conceptos los adoptan del lenguaje corriente, les extirpa el contenido social y las categorías universales que resultan y los aplica indistintamente a toda clase de sistemas económicos. Así, el economista actual elude una exploración sistemática de aquellas relaciones sociales que son universalmente consideradas como referentes a los problemas económicos, y que forman parte del lenguaje cotidiano del mundo de los negocios.

Tenemos que considerar la existencia de faltas en la economía política moderna, que hacen dudemos sobre si es verdaderamente una ciencia social de las relaciones humanas; por ello, habrá que explorar otra manera de partir de cero en el estudio de los problemas económicos. De esto tratará de ocuparse Karl Max.

1. EL MÉTODO DE MARX:

“Su teoría es evolucionista en un sentido en que no lo ha sido ninguna otra teoría económica, la teoría marxista intenta descubrir el mecanismo que por su mero funcionamiento, y sin la ayuda de factores externos, transforma cualquier sociedad dada en otra sociedad”.A través del método abstracto-deductivo, Marx practicaba lo que los modernos han llamado el método de las “aproximaciones sucesivas”. Su proceso consiste en una deducción, pero eliminando las simplificaciones en la etapa correspondiente de la investigación, para no desnaturalizar el objeto de estudio; de esta manera la teoría pueda tener en cuenta y explicar una esfera cada vez más amplia de fenómenos reales. En esta abstracción, hay que decidir sobre qué lo vamos a hacer, y cuándo lo haremos; por ello surgen dos cuestiones: ¿Qué problema se percibe? y ¿cuáles son los elementos esenciales del problema? Sweezy hace hincapié en la afirmación de Hegel, la cual afirma que durante el proceso de comprensión científica, es de importancia distinguir y acentuar lo esencial en contraposición con lo denominado no esencial. En este sentido, la abstracción consiste en extraer la esencia o la substancia de los hechos, para hacer posible su análisis, que en la práctica consiste en formular hipótesis acerca de lo que es esencial, profundizar en el análisis de tales hipótesis y comprobar sus conclusiones con los datos de la experiencia, a través del proceso inductivo.

Cuando Marx adopta la trayectoria de la Rhenische Zeitung, entra en contacto con nuevas ideas sociales provenientes de la ciencia del derecho y la filosofía, además de conectar con ideas socialistas y comunistas. Su actitud ante la economía política se determinó mucho antes de que decidiera hacer los estudios económicos. La principal preocupación de Marx era la sociedad y sobre todo el proceso del cambio social. Siendo de gran importancia la economía política, ya que en su esfera se encuentra el ímpetu del cambio social. Marx intentaba buscar la interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto social, destapando la ley económica del movimiento de la sociedad moderna. Marx utiliza los elementos del pensamiento de Hegel que hacían énfasis en el proceso y desarrollo mediante el conflicto entre fuerzas opuestas, y en cómo siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, descubriendo así lo que llamó “conflictos de clase”. Las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo (superestructura subyacente) de las relaciones e interacciones sociales, y que se expresan o se materializan en forma de conflictos de clase. El foco principal se encuentra en la propiedad de los factores de producción, pero no en base a la tierra o la renta en sí, sino en base al capital: la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa. La relación entre el trabajo asalariado y el capital determina el carácter de éste modo de producción capitalista; por lo que la sociedad se divide cada vez más en dos clases opuestas en su naturaleza material: la burguesía y el proletariado. Este es el tema principal del Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Esto es el centro de su investigación, y el poder de abstracción del método materialista será utilizado para poder llevarla a cabo. Esta actitud requiere un procedimiento en el que  las relaciones sociales haya que concebirlas provisionalmente trascendiendo de sus características significativas, lo que viene siendo reducirlas, simplificarlas, para reintroducirlas en una etapa posterior, dando lugar a que la relación capital-trabajo se reduzca a las características y tendencias estructurales presentes en toda la sociedad. Esta relación consiste en una relación de cambio, y como todo lo que se destina al cambio, es considerado como una mercancía.

Las leyes descubiertas son válidas en la investigación de manera relativa al nivel de abstracción del cual se han derivado y a las modificaciones que deban sufrir cuando el análisis se lleva a un nivel más concreto. Los resultados obtenidos tienen un carácter momentáneo, y deben dar respuesta a tres cuestiones: ¿Están hechas con la debida consideración del problema que se estudia?, ¿Eliminan los elementos no esenciales del problema? y ¿Se abstienen de eliminar los elementos esenciales? Es por eso que Marx analiza la realidad mediante un método histórico-materialista, pues la realidad social no es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado en un momento concreto, sino un proceso histórico en sí: pues los sistemas sociales, recorren los ciclos de vida de los individuos que los reproducen, de manera que, el proceso del cambio social no es un movimiento puramente mecánico, sino que es el producto de la acción humana limitada de forma precisa por la clase de sociedad. Es por ello que el capitalismo puede ser entendido y criticado desde una perspectiva interna al marco en que puede ser simplificado, pero no se puede entender ni evaluar en cuanto a una mera simplificación.

2. EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO:

Sweezy habla de la mercancía como todo lo que se produce más como valor de cambio que como valor de uso. El estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio. Por otro lado el valor de cambio y la producción de mercancías es la forma de vida económica, que desde un primer momento en el que los productores eran dueños de sus propios medios, con la que satisfacían sus necesidades. Adelantándome, la dinámica conocida como M-D-M. Este es el comienzo del análisis de Marx sobre el valor de cambio, que en contraposición, para Adam Smith éste radicaba en el aumento de la productividad y la división del trabajo en base a la tecnología, siendo Smith incapaz de concebir la división del trabajo independientemente del cambio.

Para el autor, la forma universal e inevitable de la vida económica es la producción de mercancías, que tiene sus raíces en la naturaleza humana, siendo la ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías. Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, pero no se trata de ningún modo de la firme y rígida relación que describe Smith. Para Marx, los productos frutos del trabajo, sólo pueden convertirse en mercancías, los unos con relación a los otros, como fruto de diferentes clases de trabajo. Por eso los economistas deben dirigir su mirada al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma de mercancía, las tareas de la economía políticas no son sólo cuantitativas sino también cualitativas.

Sweezy destaca que el valor de uso no da una mercancía ningún carácter peculiar, este valor expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido, sin embargo algunos piensan que éste estaba excluido por Marx en sus investigaciones ya que no daba cuerpo directamente a la relación social, pero el autor hace hincapié en que esto no es así, ya que este es un prerrequisito del consumo y Marx no lo excluyó de su estudio. Por otro lado, el valor de cambio es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías, los productores individuales que trabajan aisladamente, en realidad trabajan los unos para los otros. Por así decirlo el cambio de mercancías es el cambio de productos del trabajo de productores individuales. Entonces, una mercancía es un valor de uso por su utilidad y un valor por que incluye la división del trabajo y producción privada.
Las implicaciones de esta posición son claras: la producción de mercancías, que tiene sus raíces en la naturaleza humana, es la forma universal e inevitable de la vida económica; la ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías, que se establece a través del proceso de cambio.
Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, pero no se trata de ningún modo de la firme y rígida relación que describe Smith: “esta división del trabajo es una condición necesaria para la producción de mercancías, pero de aquí no se sigue que, a la inversa, la producción de mercancías sea una condición necesaria para la división del trabajo”
No se quita a la división del trabajo nada de la importancia que Smith le atribuyó, pero se niega enfáticamente que la división del trabajo este necesariamente ligada al cambio. La producción de mercancías es más bien una de las formas posibles de la vida económica, una forma, a buen seguro, que se conoce desde hace muchos siglos y que domina la edad moderna, pero de todos modos una forma históricamente condicionada que por ningún concepto puede presentarse como directa manifestación de la naturaleza humana. La producción de mercancías es separada del reino de los fenómenos naturales y se convierte en materia válida para la investigación histórico-social. Las tareas de la economía política no son sólo cuantitativas sino también cualitativas. Más concretamente, en el caso del valor del cambio existe, como lo advirtió Adam Smith, la relación cuantitativa entre productos, oculta detrás de ella, como Marx fue el primero en advertirlo, hay una relación específica, históricamente condicionada entre productores.
La gran originalidad de la teoría del valor de Marx reside en su aceptación de estos dos elementos del problema y en su designio de considerarlos simultáneamente dentro de un solo armazón conceptual.


2. Valor de uso
Las mercancías tienen valor de cambio y valor de uso, este último expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto a consumir. Marx no incluye  el valor de uso en la investigación porque según él, no produce ninguna relación social, y la economía política, lo que estudia son estas mismas.
El valor de uso se considera un punto central en la economía política.
Marx no desarrolla una teoría subjetiva del valor (valor de uso) pero sí que lo considera esencial para el consumo y se inscribe en la cadena causal de los fenómenos económicos. Valor de uso (de utilidad) es la relación que existe entre el consumidor y el objeto consumido, es lo que ahora se llamaría “utilidad”, y Marx lo apartaba de su estudio de economía política. Pero esto no resta valor al valor de uso en la economía política, sino que es igualmente esencial para la producción, para el consumo, por lo que no aparece excluido de los factores que dictan los fenómenos económicos.
Valor de cambio como forma exterior de relación social entre los propietarios de mercancías y los productores individuales que trabajan aisladamente de los primeros. Aquí también existe un valor oculto en las mercancías, que es el trabajo abstracto, una abstracción del propio capitalismo y no dictada por Marx, dice Sweezy. Así, la importancia del volumen total de la fuerza de trabajo social y de su nivel general de desarrollo, provee una porción de trabajo humano respecto a la demanda cambiante del capitalismo. Dice que la indiferencia es típica en la sociedad capitalista en cuanto a los particulares trabajos, donde los individuos pasan fácilmente de un trabajo a otro para generar riqueza. El valor de uso sería el pan. El pan tiene  mucho valor de uso sin embargo como valor de cambio no tiene gran valor. Un ejemplo contrario sería el oro; el oro como valor de uso no tiene mucha cuantía, pero el valor de cambio es muy rico.

3. Valor de cambio
Valor de cambio (que producido por la división del trabajo y la producción privada) como forma exterior de relación social entre los propietarios de mercancías y los productores individuales que trabajan aisladamente de los primeros. Aquí también existe un valor oculto en las mercancías, que es el trabajo abstracto (importante concepto en el pensamiento de Marx al ser el denominador común de todas las mercancías), una abstracción del propio capitalismo y no dictada por Marx, dice Sweezy. Así, la importancia del volumen total de la fuerza de trabajo social y de su nivel general de desarrollo, provee una porción de trabajo humano respecto a la demanda cambiante del capitalismo. Dice que la indiferencia es típica en la sociedad capitalista en cuanto a los particulares trabajos, donde los individuos pasan fácilmente de un trabajo a otro para generar riqueza.

4. Trabajo y valor
El trabajo es el valor que yace oculto detrás del valor de cambio.
El trabajo tiene dos caras, uno correspondiente al valor de uso y el otro al valor de la mercancía que produce, mientras que a la mercancía como valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil.
Por un parte toda labor es un gasto de fuerza humana de trabajo, y en su carácter de trabajo humano abstracto idéntico, crea y forma los valores de las mercancías. Por otra parte, todo trabajo es el gasto de fuerza humana de trabajo en una forma especial y con un fin preciso, y en este, su carácter de trabajo útil concreto, produce valores de uso.

5. Trabajo abstracto
La expresión trabajo abstracto es equivalente a “trabajo en general”, es lo común a toda actividad humana productiva.
Es importante advertir que la reducción de todo trabajo a un común denominador, de modo que las unidades de trabajo puedan ser comparadas entre sí y sustituidas una por otra sumadas y restadas, y finalmente agrupadas para formar un conjunto social, no es una abstracción arbitraria dictada en cierto modo por el capricho del investigador. Es más bien una abstracción que pertenece a la esencia del capitalismo. La reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver claramente una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de trasferencia de un uso a otro de acuerdo con la       necesidad social, y de cuyo desarrollo depende en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad.
La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mayor que el que prevalecía en cualquier forma anterior de la sociedad. No sólo cambian de puesto los trabajadores, sino que también la corriente de nuevos trabajadores que entran en el mercado de trabajo es rápidamente desviada a otras ocupaciones en ascenso.
Resumiendo, se puede decir que la reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver claramente detrás de formas especiales que el trabajo puede adoptar en un momento dado cualquiera, una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social y cuya magnitud y desarrollo depende en última instancia de la capacidad productora de riqueza de la sociedad.

6. La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor
Todas las mercancías tienen en común el hecho de absorber una parte del total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad. Esta característica de las mercancías hace de la “mercancía” la categoría central de la economía política de tiempos modernos.
Tanto la significación básica como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo son determinadas por el análisis cualitativo.
Parece que a la teoría valor cuantitativo sólo le atañe descubrir las leyes que rigen las proporciones relativas en que las mercancías se cambian unas por otras. Esta es la forma en que la teoría ortodoxa considera el asunto. Pero para Marx, como ya sabemos el valor de cambio es tan sólo la “forma fenomenal” bajo la cuestión: ¿en qué consiste el problema del valor cuantitativo, además de en la mera determinación de las proporciones de cambio? El hecho de que una mercancía sea un valor significa que es trabajo abstracto materializado. Como decía Marx, “la magnitud del valor expresa… la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo”.

7. El carácter fetichista de las mercancías
En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres “adopta a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas”. Esta materialización de las relaciones sociales es el corazón y la médula de la doctrina del fetichismo de Marx.
“En las nebulosas regiones del mundo religioso….los productos del cerebro humano aparecen como seres independientes dotados de vida y que entran en las relaciones tanto unos con otros como con la especie humana. Los artículos de utilidad se convierten en mercancías. El trabajo del individuo se afirma como parte del trabajo de la sociedad solo a través de las relaciones que el acto del cambio establece entre los productos y entre los productores. Para estos, por consiguiente, las relaciones sociales entre el trabajo de individuos privados aparecen como lo que son, es decir, no como relaciones sociales directas de personas en su trabajo, sino más bien como relaciones materiales de personas y relaciones sociales de cosas.”
Sólo cuando la producción de mercancías adquiere un desarrollo tan alto y una difusión tan grande como para dominar la vida de la sociedad, el fenómeno de la materialización de las relaciones sociales adquiere importancia decisiva. La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento económico tradicional por lo menos en otros dos sentidos importantes. En primer lugar las categorías de la economía capitalista –valor, renta, salario, ganancia, interés, etc.- han sido consideradas como si fueran inevitables categorías de la vida económica en general. Los sistemas económicos anteriores han sido vistos como versiones imperfectas o embrionarias del capitalismo moderno, y juzgadas en consecuencia. En segundo lugar, la atribución de poder independiente a las cosas no es en ninguna parte más clara que en la división tradicional de los “factores de producción” en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa que “produce” un ingreso a sus propietarios.


3. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO

En el capitulo anterior hemos tratado los valores; en este capitulo seguiremos hablando en torno a este tema. En la sociedad, el trabajo se ha distribuido entre todos los miembros. Actualmente y a lo largo de la historia ha seguido siendo así y por ello Marx, afirma: ” ninguna ley natural puede ser eliminada, lo que puede cambiar es la forma en que las leyes naturales operan, esto es precisamente el valor de cambio”.  Descubrir la naturaleza de éstas es tarea del valor de cambio cuantitativo. El autor se dirige hacia una serie de rasgos de cómo ha de ser el trabajador y como debería ser el trabajo que hay que realizar, lo que deriva en una competencia entre los trabajadores. Si seguimos el curso de este proceso, descubriremos el papel de la demanda: lo que los consumidores quieren y de qué manera lo quieren. Resumiendo, tenemos que tener en cuenta las proporciones de cambio de mercancías, la cantidad producida y la asignación de trabajo repartida en la sociedad.

4. PLUSVALÍA Y CAPITALISMO:

Capitalismo y mercancía no son la misma cosa, por lo que Sweezy otorga mucha importancia a analizar los rasgos de cada uno de los dos conceptos. En la producción simple de mercancías, cada productor posee y trabaja sobre sus propios medios de producción; bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro es el encargado de realizar el trabajo.”
Por otra parte, la producción simple de mercancías sigue el esquema M-D-M (Mercancías-Dinero-Mercancías), mientras que el capitalismo se rige por  D-M-D’ (Dinero-Mercancías- más Dinero). De esta forma el capitalista sólo invertirá dinero si con ello cree que aumentará su beneficio inicial. La diferencia entre D y D’ sería lo que Marx denominará plusvalía; y que además “constituye el ingreso del capitalista como tal y suministra el fin directo y el incentivo determinante de la producción”.

El origen de la plusvalía vive en la mercantilización de la fuerza de trabajo, no del trabajo en sí, sino el trabajador mismo; pues lo que el capitalismo compra es la capacidad de fabricar trabajo, el poder de trabajar, mediante el salario. En este sentido, el valor de la fuerza de trabajo está determinado por el tiempo de trabajo empleado y lo que se produce en ese período de tiempo, Puesto que la fuerza de trabajo es un producto en sí mismo, su valor corresponde al tiempo y los medios aplicados a su reproducción producción. El valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de subsistencia del trabajador. Por tanto la plusvalía sería una cuantía superior a lo que vale, aplicada sobre los costes reales de la producción trabajada.

Los componentes que forman el valor serían por tanto tres:
  • Capital constante (C): Valor de los materiales y la maquinaria empleados (por lo que “no sufre, en el proceso de producción, ninguna alteración cuantitativa de su valor”).

  • Capital variable (V), es el que restituye el valor de la fuerza de trabajo, sufre en cierto sentido una alteración de su valor

  • Plusvalía (P) ingreso disponible para su reutilización


La suma de los tres elementos daría como resultado el valor total del producto. El valor total del producto será el equivalente a las entradas brutas por ventas, y la tasa de plusvalía (P*) es la proporción de la misma con respecto a (V), es decir, el valor del excedente de trabajo con respecto al trabajo necesario para producir el valor de (C) + (V).
Son tres los factores que repercuten directamente en la tasa de la plusvalía:

  • la jornada de trabajo, la necesaria más la excedente
  • la cantidad de mercancías que se producen y que son necesarias para cubrir el salario real
  • la productividad del trabajo a lo largo de esa jornada.

Los dos últimos factores son los que determinan el trabajo necesario, por oposición al trabajo excedente. Para Sweezy, la composición orgánica del capital (O) se encuentra en la relación entre (C)+ (V)/(C).

La tasa de ganancia (g) es la proporción de plusvalía con respecto al coste total al capital invertido en la producción (g=P/C+V) en un periodo de tiempo dado: teniendo en cuenta que los costes de los elementos que componen (C), no entregan todo su valor en la producción de igual manera, ya que los materiales son transformables y degradables en menor tiempo que la maquinaria; por tanto la inversión total en un periodo determinado –el capital invertido en un año, por ejemplo – no es igual al capital total empleado en la producción a lo largo del tiempo de existencia, o el tiempo en el que tarda en degradarse, una fábrica o una máquina.

5. LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA.

Desde una perspectiva teórica, el sistema capitalista opera en una situación que se puede denominar como “reproducción simple”, donde la producción, está dividida en dos tipos:
  • producción de medios de producción
  • producción de artículos de consumo. Éstos a su vez se distinguen entre: -artículos de lujo
     -necesarios para la vida

La estabilidad del sistema se encuentra en la demanda de mercancías, que genera los ingresos, haciendo que el capital constante empleado sea parecido al de la producción total. De esta manera, el capital usado en la producción de artículos de consumo, debe ser equivalente al de las mercancías consumidas. Esto generaría un equilibrio entre la oferta y la demanda.

La Reproducción Ampliada surge cuando los capitalistas no consumen totalmente la plusvalía sino que se divide en tres partes
  • la que consumen los capitalistas
  • la que se agrega al capital constante
  • la que se agrega al capital variable.

Los efectos de la cantidad agrandada del capital variable, o la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, se encuentra en el proceso de acumulación. La relación cuantitativa de oferta y demanda implica un aumento en la demanda de una mercancía cualquiera, su precio sube, y esto  da lugar a una desviación del precio respecto del valor real.

Marx acertó con la teoría malthusiana y con cualquiera de sus variantes. A la Tª  de la población la denomina el dogma de los economistas y casi siempre la subestima.

Según Marx el ejército de la reserva se forma a través de las innovaciones tecnológicas que  economizan el  trabajo, y gracias a este, se mantiene la plusvalía. Además Sweezy destaca la falsa idea de creer que la acumulación o  la introducción de las máquinas para ahorrar trabajo, acelere al mismo ritmo, como para mantener un equilibrio entre los salarios y la plusvalía.

6. LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE LA GANANCIA.

La tasa de ganancia de acuerdo con Marx, tiende a caer en el curso del desarrollo capitalista debido a que como regla general, la composición orgánica del capital se eleva relativamente de forma más acelerada que la tasa de plusvalía. Aún así, en tanto en cuanto la tasa de ganancia manifiesta una tendencia decadente, parece clara la base para una teoría de la crisis.

La crisis participa de manera activa en el reclutamiento del ejército de reserva. Conforme avanza el capitalismo, la tasa de la acumulación se convierte cada vez más en una regla.

Las crisis provocadas por una deflación del ánimo lucrativo, suponen que tanto la tasa de ganancia, como su cantidad absoluta, sufren una reducción.

Un ritmo acelerado de acumulación da lugar a una forma de crisis; la crisis se convierte en depresión; la depresión restablece el ánimo de beneficio de la producción y a través de este medio se reanuda la acumulación. Esta es una teoría de la crisis; es una teoría sobre lo que los modernos economistas llaman  ciclo económico en su conjunto.

Para Marx el ciclo económico es tanto la forma del desarrollo capitalista como la crisis. La cadena espiral corre de la tasa de la acumulación al volumen del empleo, del volumen del empleo al nivel de los salarios y del nivel de los salarios a la tasa de la ganancia. Un descenso en la tasa de la ganancia más allá de su nivel ordinario supone un obstáculo en la acumulación y da las principales muestras de una crisis. La crisis se convierte en depresión y, finalmente, la depresión crea de nuevo las condiciones favorables para una aceleración en la marcha  de la acumulación.

“La crisis no es el resultado sino más bien la causa de un déficit de demanda efectiva”, según afirma Sweezy. El conflicto no reside en la escasez de mercados, sino en una distribución desigual (desde el punto de vista capitalista) del ingreso entre los asalariados y los que se benefician de la plusvalía ocasionada.

8. LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

El modelo de transacción capitalista D-M-D es el causante de que sea más fácil hundirnos en sistemas de crisis en una economía simple. Si un elemento de la cadena falla, se produce una crisis, pudiendo afectar a toda la economía, porque ocasiona una situación de stock de producción y a la vez las necesidades no se satisfacen.

La ley de Say sostiene que no existe una verdadera interrupción en la cadena M-D-. Este es el error de los economistas clásicos. La idea que Marx rechaza es esta misma, pues según él, en la cadena de compra-venta no existe la obligación de comprar solo por el hecho de haber vendido, ya que así se produce la interrupción en el equilibrio de la cadena y por consiguiente el origen de una crisis.

En la circulación M-D-M propia, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio. Se trata de producción para el consumo. Pero en la forma contraria, tanto la “D” del principio como la “D” del final representan valor de cambio, y el objetivo último es incrementar dicho valor. Pero esto no significa que el modelo de circulación M-D-M deje de existir.
Ante la relación D-M-D y el problema de la crisis, hay que tener en cuenta que el interés del capitalista es elevar su beneficio. En cuanto a la posibilidad de crisis no existe diferencia entre la producción simple de mercancías (la relativa al M-D-M) y el capitalismo (D-M-D), ya que los desequilibrios en el sistema compra-venta afectan en los dos casos. La diferencia se encuentra en que puede desaparecer la tasa de ganancia, o bien puede volverse negativa, por lo que el incentivo de la producción capitalista dejara de existir. En estos momentos existen dos caminos que el capitalista puede adoptar:
  • Puede introducir capital al sistema de circulación
  • Puede conservar el capital, aunque para volver a su posición de capitalista tendrá que reinvertirlo en algún momento

Si toma el segundo camino, habrá provocado, en ese período de tiempo que está sin invertir, una interrupción que probablemente lleve al país a una crisis. Por tanto, sólo el descenso la tasa de ganancia puede ser suficiente para interrumpir el proceso de la circulación y por tanto dar lugar a una crisis.

A modo de conclusión, se puede decir que existen dos formas de penetrar en una situación de crisis:
  1. Crisis relacionada con la descendencia de la tasa de la ganancia
  2. Crisis de realización (realización de valor)

Ambas dos provocan una serie de desequilibrios, pues en el primer caso se debe a cambios en la tasa de la plusvalía y en el equilibrio de la estructura del capital y en el otro está relacionado con fuerzas no definidas que tienden a crear un déficit general en la demanda del mercado, lo que supone que se produce más de lo que se vende, y por tanto la tasa de ganancia resulta ser insatisfactoria.
Ambas dos tienen una consecuencia paralela; sin embargo el análisis que se esconde detrás de cada momento de crisis, supone unas causas diferentes entre sí. Por lo tanto llegar a una situación de crisis es más fácil de lo que a simple vista parece.

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